Queridas birlochas,
he estado pensando estos días en nuestro trabajo en el aula y se me ha venido a la cabeza el mito de Ariadna. Esta muchacha era la hija del rey Minos de Creta, el cual había ordenado construir un laberinto en el que se encontraba encerrado un minotauro al que había que alimentar cada cierto tiempo con jóvenes atenienses. Ante tal brutalidad, Teseo, hijo del rey de Atenas, se ofreció voluntario para ir a matar al monstruo. La cuestión es que Dédalo, el arquitecto que diseñó dicho laberinto, lo había ideado de tal forma que nadie pudiera escapar de él, con lo cual, lo que pretendía este joven valiente era casi imposible y condenado al fracaso.
En cuanto la hija de Minos, Ariadna, vio a Teseo, se enamoró perdidamente de él, por lo que decidió ayudarlo. El joven aceptó, y así fue como ella le regaló un ovillo para que una vez en el laberinto, fuera desenrollándolo y pudiera servirle de guía e indicarle el camino de regreso.
Y así es como os he visto yo, como estos dos personajes tan conocidos de la mitología griega. Por un lado, luchando en encarnizado enfrentamiento con un monstruo que os resultaba ajeno y feroz llamado Currículo. Habéis intentado dominarlo buscando aquellos puntos débiles que detectábais que tenía y a los que denominamos en su momento focos de interés común. Ahí le habéis dado duro hasta extraer la esencia que necesitábamos para continuar esta lucha. Por otro lado, habéis empezado a desenredar el ovillo de Ariadna que nos guiará en ese espeso y tortuoso laberinto hasta la salida.
Ese hilo parece que nos llevará por caminos en los que habrá suspense, misterio e intriga (claro, si estamos en un lugar tan retorcido, es lógico, birlochas).
Por otro lado, ya os habéis comprometido con este reto y habéis empezado demostrándolo al caracterizaros y elegir vuestro propio personaje, real o imaginario, perteneciente a los siglos por los que nos vamos a mover, XIX y XX. Habéis expuesto esta tarea a los compañeros que dedujeron a quiénes representábais. Ésta fue, además, la evaluación inicial.
De esta forma y, continuando desliando la madeja de Ariadna, han empezado a visitar nuestra clase Sherlock Holmes, Jane Austen, Einstein, Edison, Darwin, John Lennon, García Márquez, Julia Margaret Cameron, Mohamed Alí, Franco, Adolfo Suárez, John Lennon, Lincoln, Mandela o Hannibal Lecter. Algunos de los personajes más significativos de los siglos mencionados están ya con nosotros. Todo un lujo. Somos muy afortunados, ¿verdad? 😉
Estos días también habéis montado vuestros diarios de clase y editado la primera entrada. Tenemos que mejorar algunas cosas como la organización interna y orden en el menú, ser más certeros en la etiquetas de cada post, enriquecer el texto escrito con más elementos: enlaces relacionados con algo que queramos destacar, recursos multimedia etc. Pero, bueno, todo se andará.
Todavía nos quedan por recorrer muchos kilómetros de laberinto hasta que podamos ver la luz. Por eso he titulado este post El hilo de Ariadna, porque nos indica el camino que hemos empezado a recorrer y que seguiremos a lo largo de este curso para resolver un problema complejo. Por cierto, y hablando de hilos, ¿sabíais que uno de los programas espaciales europeos llamó así a un cohete? Sus creadores eligieron el nombre de la hija de Minos precisamente porque este proyecto les permitía salir del laberinto de errores y negaciones en el que se encontraba atrapada la Europa espacial recién estrenados los años 70 del siglo XX. A nosotros también nos ocurrirá esto mismo, birlochas. Encontraremos el camino hacia la salida 😉
Vamos entonces a coger con fuerza el ovillo y a seguir desenredando madeja. Yo ya lo veo en ideas que habéis expresado, por ejemplo, en vuestras cartas de presentación y compromiso, y creo que esas ideas son la clave para afrontar este viaje:
- Einstein (Alejandro): Dos pequeños consejos para mis queridos compañeros y amigos de estudios: […] “Hay una motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad“.
- Edison (Ismael): Los que aseguran que es imposible, no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo. Con esto quiero decir que nadie me quitará las ganas de intentarlo por muy difícil e imposible que parezca.
y así seguiremos hasta matar al monstruo
Ya veo que me han puesto tanto en la foto como en el comentario de mi carta de presentación jajaja, este curso estoy seguro de que todos vamos a salir adelante, ya que todos luchamos por terminar y creo que sus esfuerzos no seran en vano
Espero que todos sigamos trabajando así de bien porque estamos aprendiendo mucho de esta forma ya que trabajamos de una manera que a todos nos gusta trabajar que es por ordenador y así, yo creo que todos nos esforzamos y prestamos muchísima mas atención.
Un enorme abrazo para todos
Intentaremos ir desenrollando el ovillo poco a poco, sin precipitarnos, por que si nos precipitamos podríamos no volver atrás y sería un gran problema, tanto para el grupo en sí o para nosotros mismos, muchas gracias por el tiempo que dedicas en esto, intentaré esforzarme al máximo y dar mi 100%.