Hemos terminado en 1º ESO el proyecto sobre la narrativa que empezamos en el primer trimestre, Cocina de cuentos. El resultado final ha sido un audio en el que el alumnado ha grabado su fanfic o remix de cuentos tradicionales y lo ha subido a su libreta digital como broche o cierre de este viaje.

Voy a compartir aquí el proceso completo de algunas de las birlochas insertando primero el podcast que han grabado. Además, enlazaré desde los títulos de sus fanfic la web donde han publicado su trabajo para que, a quien le interese, observe el recorrido que hicieron desde el principio hasta el final.
En cualquier caso, he de decir que todas las cometas han trabajado muy bien, todas lo han hecho todo, desde la primera tarea hasta la última, en los plazos marcados y con una implicación absoluta, así que no puedo más que agradecerles que sean tan hormiguitas y tan mariposas (metáfora 😉 ). Eso sí, la profe, al menos, está exhausta, pero satisfecha por los resultados obtenidos. Para muestra, estos botones:
- Daniela trata la especulación urbanística y defiende que los pueblos tienen que ser eso, pueblos, lugares tranquilos: De aquí nadie nos mueve.
- Julia le da una vuelta al cuento de Las habichuelas mágicas y nos ofrece El palacio de las fortunas.
- Yago distingue ya perfectamente el estilo directo de la voz narrativa y así se puede comprobar en su relato titulado Los tres cerditos remix.
- María ha involucrado a su familia a la hora de grabar el audio. Su madre y su padre son los padres de los protagonistas, uno de sus hermanos le da voz a Hansel y ella misma a Gretel, así como a la narradora en ¿Es un sueño?
- Jose comenta que se lo ha pasado muy bien con algunas de las tareas de este proyecto cuyo resultado final titula Los dos pollitos.
- Noah ha sido constante y perfeccionista, siempre preguntando en qué podía mejorar para hacerlo cada vez mejor y lo ha conseguido con La historia que cambió la tradición.
- Cerramos este post con Nati y su fanfic La búsqueda de los cabritillos, en el que su padre ha dado voz al lobo feroz.
Gracias a todas, todas las birlochas por su tesón, imaginación, compromiso, responsabilidad y, por supuesto, a sus familias por la implicación. Hasta el próximo post 🙂