Muchas gracias a todas las birlochas por los regalos que me habéis hecho. Un estupendo y exuberante ramo de flores de muy diferentes tipos, como nuestra clase, y una carpeta decorada por vosotros mismos con fotografías de nuestro curso juntos. Me habéis hecho rejuvenecer con este último obsequio sobre todo, ya que me habéis trasladado en el tiempo a mis años adolescentes.
Quiero despedirme de mis cometas desde el medio que también hemos utilizado para comunicarnos entre nosotros y con los demás, esta bitácora que es de todos.
Es momento, pues, de echar a volar, de empezar a otear otros lugares desconocidos, pero me gustaría recordaros alguna idea tomando como referencia el poema de Alberti que os pongo un poco más abajo.
Recordad que tenéis todo un hogar dentro de vosotros y que a veces sólo está dormido, esperando ser descubierto por alguien, también por vosotros mismos. Miraos bien por dentro, pues iréis encontrando cosas que os van a gustar, de hecho ya habéis empezado a hallar alguna, así que cuidad ese tesoro y no dejéis que ningún leñador os lo robe, porque eso es precisamente lo que os hace hermosas y diferentes, queridas birlochas. Sabéis todas por qué escribo esto 😉
Paola, Desi, Álex, abubillas; Álvaro, Ana, ruiseñores; Reyes, Adrián, calandrias; Javi, Vero, José Santiago, Jesús, gorriones; Nacho, Antonio, Mehdi, Ismael, alcaravanes…¡a volar, pajaritos, al mar!
Leñador,
no tales el pino,
que un hogar
hay dormido
en su copa.
—Señora abubilla,
señor gorrión,
hermana mía calandria,
sobrina del ruiseñor;
ave sin cola,
martín-pescador,
parado y triste alcaraván:
¡a volar,
pajaritos,
al mar!
A volar. Marinero en tierra. Rafael Alberti
Feliz verano y a ver si seguís poniendo en práctica algunas de las ideas que aparecen en este vídeo. Os deseo lo mejor 😉